La escuela frente a la tecnología digital
La llegada de las tecnologías digitales ha cambiado el panorama social, cultural, económico, científico y técnico. Las fronteras se han vuelto porosas, permitiendo nuevos intercambios y nuevas perspectivas. Forzosamente, los educadores deben adentrarse en la exploración de estos nuevos espacios, que apenas se han ido fraguando en los últimos 30 años. El libro “Tecnologías digitales en la escuela” (Ed. Popular. 2018) aborda los problemas, dudas y desafíos a los que maestros y maestras se enfrentan a diario a la hora de aplicar las nuevas tecnologías a la enseñanza.
Los primeros capítulos están dedicados a desgranar cómo conviven con las tecnologías digitales, tanto alumnos como profesores, y en qué medidas estas influyen en el modo en el que realizan todas sus actividades cotidianas. En páginas siguientes, se detalla cómo se están introduciendo estas tecnologías en la escuela y de qué manera la están transformando y se finaliza con un capítulo dedicado a la necesaria ética y a las finalidades de los medios digitales en el espacio educativo.
En las conclusiones, Devauchelle otorga un papel de especial importancia a la escuela a la hora de gestionar la utilización de las nuevas tecnologías en la educación y aprendizaje. “Los padres y adultos tienen grandes dificultades para establecer los marcos y, a menudo, se contentan con equipar a sus hijos sin preocuparte por lo que puedan hacer con ellos. Por tanto, la escuela está llamada a responder estas preguntas”, afirma.
Frente al mundo digitalizado, los profesores se han encontrado con mandatos paradójicos a la hora de integrar los elementos tecnológicos mientras se pretende que los alumnos progresen en sus conocimientos fundamentales, con la complejidad de que estos se están precisamente transformando con la llegada de las tecnologías digitales.
Este libro pretende ayudar a enfrentar una realidad que aún nos desconcierta y a situar lo digital en el lugar que le corresponde en la educación de los niños y jóvenes, sin euforia ni pesimismo. Los educadores son así invitados a participar en la exploración y transmisión de estas nuevas y útiles herramientas.