Convertir la vocación escolar en una profesión posible
“Enseñar descansa sobre equilibrios precarios y frágiles. Aquel que practique este oficio puede tener la impresión de encontrarse permanentemente sobre una cuerda floja”, afirma Denis Dougé en su obra “Ser Profesor. Viaje al centro de la vocación escolar” (Ed. Popular. 2017).
Muchos profesores y profesoras que lean esta frase, con total seguridad se sentirán identificados. Uno de los oficios más valiosos para la sociedad es también uno de los más vulnerables. Por eso, libros como el de Dougé, que penetra en el corazón de la vocación escolar y aporta diez lecciones esenciales para convertirla en una profesión posible, resultan tan necesarios.
Dougé toma como referencia para su análisis el sistema francés de educación, pero nos ha parecido que su interés, como obra que aporta herramientas necesarias para el buen desempeño de la profesión, podía perfectamente traspasar las fronteras del país vecino.
Reconciliar el saber y la pedagogía, hacer y mantener la clase, insertar a los alumnos en actividades culturales, cooperar con los padres, establecer una autoridad positiva o encarnar los valores de la educación son algunas de las lecciones que recoge este libro, de una forma clara y lúcida.
A través de sus páginas nos daremos cuenta de que enseñar no es solo transmitir saberes alojados en la mente del maestro, sino que “el profesor debe portar en alto la antorcha del saber y la razón” y todo lo que ello conlleva, deshaciendo prejuicios, ideas preconcebidas y creencias, mientras cultiva una autoridad que le convertirá en el modelo de adulto del que aprender y dejarse guiar. Una tarea, sin duda, de enorme responsabilidad para la cual este libro puede ser de inestimable ayuda.