Para muchos Bin Laden es la cara pública del terrorismo fundamentalista islámico contemporáneo. Sin embargo, para una minoría fundamentalista islámica, es un héroe que representa la resistencia violenta a la intromisión occidental en las sociedades islámicas y a los regímenes apóstatas que gobiernan actualmente a los países musulmanes. En sus declaraciones públicas, Bin Laden justifica sus acciones, ataque a los EE.UU. el 11/9, atentados en Londres y Madrid como una respuesta de defensa a los ataques occidentales al mundo islámico.
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